“Había una vez una muchachita a la que música, formas y colores durante todo
el día la guiaban. Por la noche, las ordenaba y en una gran caja verde las
guardaba.
Un buen día de madrugada, la caja abrió y el cambio comenzó….Con sus compañeros una Escuela de Música fundó y Hala Dzipo de
nombre bautizó. Empezó a trabajar interpretando melodias con el txistu, una flauta de tres agujeros y el tamboril. Preparaba cuentos para que
los niños que la acompañaban, los instrumentos de su tierra conocieran y así,
“Maddi eta txistua” y “Maddi eta txalaparta” surgieron.
Tuvo la suerte de conocer el proyecto Ra-ta-plan de Miguel Tanco y sin dudarlo a la aventura se embarcó. Cuando
ésta terminó, junto con su amiga Elena Fernández, los proyecto de cuentos
“Eulitxu” y "Bladi" nacieron. Más tarde, más ilusiones: "Ane”, "Oihan" e "Iraia" aparecieron.
Algún día, con trabajo y esmero, de la caja verde, sus frutos recogería.”
Un cálido abrazo.
Idoia Kareaga